Empezaremos con pautas sencillas que pueden reconocerse en un gráfico de líneas.

Patrones que te muestran lo que un activo está HACIENDO y quizá también lo que está A PROVOCAR.
Más allá del uso de indicadores técnicos, se encuentran en el PUNTO BÁSICO del análisis técnico.
Ahora bien, a menudo verás más de un patrón delante de ti.
Saber cuál seguir es cuestión de experiencia y contexto: mercados alcistas, bajistas o en tendencia.
Y recuerda siempre que estas pautas son INDICACIONES, no escrituras sagradas.
Antes de invertir el dinero que tanto te ha costado ganar, asegúrate de que tienes al menos 3 buenas razones para hacerlo, al menos una de ellas fundamental.

La mayoría de los patrones gráficos reciben su nombre por su forma.
La cabeza y los hombros son precisamente eso: un pico medio más alto -la cabeza- rodeado de 2 picos más pequeños -los hombros-.
Los hombros comienzan y terminan el patrón en el soporte, y podemos esperar que la tendencia continúe hacia el sur tras fracasar tres veces en su intento de romper la resistencia.
El nivel de soporte momentáneo intermedio se denomina escote.

Un doble techo es otro intento fallido de superar una resistencia.
Suele producirse al final de una tendencia alcista y, de nuevo, podemos esperar una continuación bajista.
Se llama doble techo, por supuesto, porque intentó romper la resistencia dos veces.
En general, cuantas más veces intentemos atravesar la resistencia o el soporte, más fuerte se hace el nivel.

El doble fondo es exactamente lo contrario del doble techo.
También tenemos máximos y mínimos TRIPPLE.
Observa que aquí el escote es más pronunciado.

No te molestes en buscar el platillo en el modelo Taza y Platillo.
En su lugar, debes buscar el asa.
Es una especie de retroceso, pero con un fondo redondeado, probablemente porque el sentimiento del mercado es indeciso.
El asa TAMBIÉN es un retroceso, pero principalmente por recogida de beneficios.
Aquí podemos esperar que continúe la tendencia anterior al patrón.

Nuestros siguientes patrones muestran una consolidación en los precios, el estrechamiento de la volatilidad que precede a una inversión.
Empezamos con nuestras cuñas, que pueden ser ascendentes o descendentes.
Como puedes ver, la resistencia y el soporte se inclinan el uno hacia el otro sin llegar a encontrarse.
Las cuñas pueden ser alcistas o bajistas.
Y normalmente, cuando un lado está más inclinado que el otro, va a ser más débil.
De modo que podemos ver en nuestra cuña ascendente una ruptura a la baja y viceversa en nuestra cuña descendente, donde la resistencia se acaba rompiendo.

Un banderín se parece un poco a una cuña, sólo que podemos ver que el soporte y la resistencia casi se encuentran.
Mientras que la cuña suele aparecer en una tendencia alcista o bajista, el banderín suele significar el final de una tendencia lateral.
Lo que tenemos aquí es esa volatilidad que disminuye rápidamente y que suele prepararnos para una nueva fase: retroceso o ruptura.

Los triángulos TAMBIÉN se parecen un poco a las cuñas, sólo que con una línea casi horizontal, ya sea de soporte o de resistencia.
Ésta es la línea a través de la cual se espera que el activo rompa.
Así que, en esencia, un triángulo suele significar que la tendencia continuará.
Y al igual que las cuñas, los triángulos pueden subir o bajar.