Momento de volumen
El impulso del volumen se refiere a la tasa de cambio en el volumen de negociación, que proporciona información sobre la fuerza y la sostenibilidad de un movimiento de precios.
Un volumen elevado durante las subidas o bajadas de precios sugiere un fuerte impulso y una posible continuación de la tendencia, mientras que un volumen bajo indica un impulso más débil y posibles retrocesos.
Los operadores utilizan el impulso del volumen para confirmar tendencias, identificar posibles rupturas y calibrar el interés del mercado en un activo, lo que lo convierte en un componente crucial del análisis técnico.
Esto se ilustra mejor con los indicadores económicos importantes.
Justo antes de un anuncio, vemos que los volúmenes caen y el precio empieza a fluctuar nerviosamente mientras los operadores esperan el resultado.
Observa cómo el volumen aquí -el gráfico de barras central- cae justo cuando está a punto de producirse un cambio de tendencia.
La liquidez significa lo fácil o difícil que es comprar o vender un activo.
También en este caso, cuanta más gente negocie con el activo, mayor será su liquidez.
Fíjate, ninguna de las dos se refiere al VALOR del activo.
Ambos determinan CÓMO se mueve el precio de un activo, no hacia dónde.
Y ahí es donde entra en juego la palabra MOMENTO: la FUERZA de una tendencia.
Ahora bien, para los que recordéis la física del instituto, el impulso tiene un aspecto direccional y una magnitud.
Así pues, dada una dirección fija, el impulso es igual a la masa por la velocidad.
Lo mismo ocurre en los mercados financieros: cuanto mayor sea la masa, el volumen de operadores, mayor será el impulso de la tendencia.
Una correlación de ello es que cuanto mayor es el impulso, más fuerza se necesita para cambiarlo.
Fíjate en que en nuestro gráfico podemos llamar tanto a los indicadores de volumen como a los de impulso.
El impulso puede darnos un excelente indicador de cuándo entrar en una operación: cuando es bajo pero está subiendo.